Este es uno de los temas más interesantes tratados en los grados superiores de las órdenes esotéricas, los iniciados de grados illuminati tienen una particular inclinación hacia su estudio y comprensión, pues es la base de toda posterior manipulación de las unidades de carbono. Durante miles de años el hombre vivió respetando y temiendo ciertas fuerzas naturales que conocía o más bien intuía, y cuya intervención marcaba su destino y el de su pueblo. Las llamó espíritus, demonios, genios, dioses, ancestros, y de mil formas más. Su relación con ellas era tan cercana y respetuosa, que no tomaban nada de la tierra sin agradecer y pedir permiso o perdón por el acto cometido ante ellos. Un árbol cortado, un animal cazado, un río utilizado era motivo de permiso, perdón y agradecimiento a estas fuerzas o energías más allá de la materia. Hoy veremos su verdadera naturaleza, influencia y funcionamiento desde el punto de vista de un iniciado. El espacio matricial mental al descubierto por primera vez fuera del templo.
Para comenzar este apasionante viaje recomiendo la relectura de los artículos “cerebro y mente” y “espacio de transición dimensional” pues es indispensable la comprensión de estos antes de proseguir. El EM mental está compuesto, en nuestra realidad, por una matriz 3×5 de 15 realidades de cinco dimensiones cada una, que se desplazan por un entramado tetradimensional. Podemos deducir que el espacio matricial mental es péntadimensional y se desplaza por un entramado tetradimensional 4×4, o sea, por esta realidad subjetiva. Sus 15 realidades u octavas cohabitan con las 16 realidades u octavas del espacio matricial 4×4 quedando una octava libre de EM mental. Esa octava libre de su “reflejo mental” es donde se ubica la esfera de consciencia de la unidad de carbono. Las otras 15 tienen su reflejo mental coexistiendo simultáneamente con ellas. Como el EM mental se encuentra en el substrato “e”, no es una dimensión propiamente dicha, sino un estado energético entre espacios matriciales, como una capa aislante entre dos elementos de una batería. Cada vez que se genera un pensamiento, éste se proyecta al substrato “e” y es “almacenado” en el EM mental que le corresponde dentro de las 15 realidades restantes. Podríamos inferir que los pensamientos de esta realidad, es materia prima de otra para fabricar su propio futuro. Pongamos un ejemplo para entender mejor el proceso. Fulano está muy enojado con Mengano, y piensa en vengarse haciéndole un mal, ese pensamiento del acto es proyectado al EM mental de una realidad paralela donde usted ciertamente comete el acto de venganza. Como en la realidad que habita su esfera de consciencia no posee un EM mental “activo”, sólo lo percibimos como tiempo, y en su particular ecuación de elección también está considerada la posibilidad de perdonar a Mengano, la activación del EM mental dependerá de la decisión que tome, pero cualquiera sea ésta, el pensamiento emitido queda acumulado en el substrato “e”, como burbuja mental heptocúbica en el Quantum. Estas burbujas no utilizadas son consideradas basura mental. Esa basura se deposita en el EM mental inferior donde es reciclada después de un determinado tiempo, pero mientras tanto puede ser utilizada para “envenenar” los pensamientos de otra persona por medio de la segunda esfera mental, el subconsciente, mediante su implantación por medio de la sugestión. Los rosacruces llaman a este proceso envenenamiento mental, y puede ser usado para manipular a las masas a cometer determinados actos ya cometidos en el EM mental por los pensamientos de otras personas. Si pudiéramos ver el mental inferior que rodea a las personas, veríamos como nubes negras o blancas según la carga de los pensamientos emitidos
El espacio matricial mental se divide en dos niveles generales y varios secundarios que no veremos ahora, estos dos niveles generales son el mental inferior y el mental superior, ya vimos el mental inferior, ahora veremos el mental superior, donde se mueven las luces y las sombras. Si algo caracteriza al EM mental superior, es su particular estado de consciencia. Todo lo que habita en este nivel es consciente de si mismo, son proyecciones lúcidas, son los protagonistas de sus sueños, cada vez que usted crea un escenario o personaje en un sueño lúcido, este habita en el mental superior. Cada vez que usted invoca a Wotan o Baphomet, a ángeles o demonios, a santos o iluminados, a vírgenes o ídolos, a hadas o duendes, a Golem o protectores, a espíritus o ancestros, a la naturaleza o la tierra, estos habitan en el mental superior, y se manifiestan a través del EM etérico, como Seres conscientes interactuando directamente con el EM 4×4. Según el grado de vibración del “solicitante” puede ver o no a estas entidades, y puede actuar como invocador o contenedor para su manifestación física. Si actúa como invocador, la proyección mental acudirá como energía consciente en su verdadera forma desde el EM etérico, si actúa como contenedor, la proyección mental acudirá como energía consciente huésped de la unidad de carbono, desplazando la esfera de consciencia al substrato “e” mientras la proyección se encuentra a cargo del sujeto. Un ejemplo claro de este caso es la mediumnidad, o los estados alterados de consciencia en las ceremonias chamánicas o iniciáticas. Es habitual el uso de espejos, círculos de piedra o fuego para contener a las proyecciones dentro de un espacio limitado y controlado mientras dura la ceremonia, para evitar posibles fugas o filtraciones de energía indeseadas fuera del EM mental del rito.
Como el espacio matricial mental y el etérico son un substrato dimensional, podríamos, sin temor a equivocarnos, compararlos con los cuerpos de enlace espíritu y alma de la unidad de carbono. El mental es el espíritu y el etérico es el alma. Con esto podemos decir que toda la materia tiene su doble etérico, pero no toda tiene su doble mental. El EM mental se crea como el espíritu, y el etérico existe como el alma, también como ellos el mental es consciente por sí mismo, y el etérico no, pero puede serlo, dependiendo exclusivamente de la expansión de la esfera de consciencia del sujeto. Como el espíritu es el cuerpo de enlace entre el Ser y la materia a través del centro espiritual, y el alma es el cuerpo de enlace del espíritu con la personalidad o «yo», a través del centro emocional, el EM mental es el cuerpo de enlace entre la consciencia y la supraconciencia a través de la esfera de consciencia, y el EM etérico es el cuerpo de enlace entre la supraconciencia y la esfera de consciencia a través del inconsciente colectivo. Para todo aquello que no dispone de EM mental, el EM etérico enlaza directamente la consciencia con el inconsciente colectivo de la especie a través del centro instintivo, produciendo una consciencia colectiva única. Respetar esta consciencia es fundamental para el correcto funcionamiento de la vida, como hicieron siempre nuestros ancestros y aborígenes, y respetar a los Seres que habitan el espacio matricial mental y etérico, asegura una convivencia armónica y correcta entre espacios matriciales.
Esto es un breve resumen de lo más importante de todo esto. Sin EM mental, no tendríamos posibilidad de obtener el libre albedrío, porque no tendríamos material de elección particular sino general. Una abeja no puede decidir dejar de recolectar polen, en todo caso será una decisión evolutiva conjunta de toda la colmena, pero no individual, porque la abeja no tiene proyecciones en el EM mental que generen posibles realidades, sólo en el EM etérico existe una proyección de una abeja que sigue recolectando polen hasta que todas decidan no hacerlo. Así como es de importante el espacio matricial mental, lo es de peligroso, pues lo generado hoy, puede ser realidad mañana, o ser usado para que otros lo hagan. Tanto lo bueno como lo malo son armas de doble filo para el ignorante Lhumanu que continuamente genera basura mental e invoca en vano.
Desde 1983 el espacio matricial 4×4 donde se ubica nuestra esfera de consciencia, tiene el EM mental activo de forma continua, habitando la realidad subjetiva por Seres mentales, luces y sombras, invocados por los oscuros que ahora los habitan como huéspedes conscientes y permanentes. Cada vez que vean a un personaje público hacer el signo de Voor con sus manos, es porque posiblemente ya no sea humano, si no el contenedor de un Ser proveniente del EM mental ocupando su cuerpo. ¿Quiénes son?, son los antiguos del Necronomicón, ETs tan viejos como el universo, creados por el Demiurgo en el comienzo de esta realidad u octava paralela al intentar corregir su error, los daimon, nuestros verdaderos amos mientras nos encontremos en la clave de fa y su espacio matricial mental de 6,66 Hertz.
Ver Complemento audiovisual del artículo