«Los designios de la creación llaman tres veces, luego siguen de largo hasta la próxima existencia»
Había una vez un hombre muy devoto que creía ciegamente en Dios (creación). Este hombre era un pescador que salía a pescar aún en los días de tormenta ya que su fe le decía que no debía temer puesto que Dios siempre estaría ahí para ayudarlo en cualquier circunstancia.
Un día de tormenta su barco naufragó y poco a poco se hundía. Al ver que su barco se hundía el hombre desesperadamente gritaba -«Dios, ayúdame te necesito ¿Dónde estás?», y por más que se esforzaba no veía a Dios. En eso pasa una embarcación pequeña a un lado de él y una persona le gritaba fuertemente lanzándole un salvavidas: -«Amárrate a este salvavidas que te voy a salvar»
El hombre contestó: -«No, no necesito de tu ayuda, Dios me salvará»
Y la embarcación se alejó perdiéndose en la tormenta. Poco a poco el barco se iba hundiendo más y el hombre gritaba desesperadamente – «Dios, ayúdame te necesito mi barco se está hundiendo ¿Dónde estás?» De repente ve una luz cerca de él y era un barco grande de la marina, estos le aventaron una escalera de cuerda y le dijeron: -«Sujétate bien a esa escalera que te vamos a salvar»
El hombre nuevamente contestó: -«No, no necesito de su ayuda, Dios me salvará»
Ellos insistieron, pero como la tormenta arreciaba se alejaron. Del barco del pescador solamente quedaba sobre el agua el mástil, y el pescador aferrado fuertemente a él gritaba con su último aliento: – “Dios, ayúdame te necesito me estoy ahogando ¿Dónde estás?»
Aún en su desesperación alcanzó a ver una luz en el cielo, era un helicóptero, y escuchó una voz que le gritaba: -«Hombre, agárrate bien de la cuerda que te estamos lanzando, te vamos a salvar».
Pero el hombre nuevamente contestó: -«No, no necesito de su ayuda, Dios me salvará»
El helicóptero se alejó dejando al hombre en su soledad y desesperación el cual murió ahogado. Camino al cielo al encontrarse con Dios, lo primero que hizo fue reclamarle y reprocharle, porque si él (humano) creía ciegamente en Dios (creación), no lo había ayudado y lo dejó morir ahogado pese a sus ruegos para que intervenga.
Dios le dijo: -«Nunca abandono a mis hijos. ¿Recuerdas la embarcación que te lanzó un salvavidas? ¿Recuerdas el barco que te lanzó una escalera? ¿Recuerdas el helicóptero que te lanzó una cuerda y te dijo que te agarraras fuertemente? Esa era la ayuda que te mandé.
Te di tres oportunidades y tú decidiste no tomar ninguna. Siempre estuve cerca de ti para ayudarte, pero está en ti reconocer las señales, ver las oportunidades y aprovecharlas.» LA AYUDA
Hay varios en este templo que ya perdieron sus designios, que ya dejaron pasar la oportunidad que la creación les dio en esta existencia de pertenecer a algo mayor y ahora, deberán esperar una nueva existencia para poder aprovechar los nuevos designios que esta les ofrecerá. Pese a esto, más de uno ha tenido algún bonus track de mi parte, por lo menos, para que puedan permanecer en la cubierta del Perla Negra aunque sea como observadores, pero, como siempre, no pueden contra su naturaleza y desaprovechan hasta las oportunidades fuera de esquema, esas que no son por designios de la creación sino por consideración hacia su tremenda inconsciencia e ignorancia de cómo funciona la existencia y la vida.
La plantilla de existencia como ya saben es superlativa, pues contiene el dibujo completo con todos los escenarios posibles según nuestra ecuación de elección se resuelva, pero en ella existe un camino, un recorrido idóneo para llegar a cumplir nuestro propósito de existencia. En ese recorrido hay marcados ciertos puntos de inflexión o ecuaciones de elección maestras, donde solo una elección lleva al camino correcto para cumplir lo pactado. Esas ecuaciones de elección maestras se llaman «designios» divinos y se presentan tres veces en el recorrido de la plantilla de existencia. ¿Por qué tres veces? pues simple, por la segunda ley del movimiento de energías y por una cuestión lógica y natural que desarrollaré más adelante. Una vez que las tres oportunidades aparecen, ya no vuelven a darse en esa existencia, pues la creación, considera que no se aceptó lo pactado, sin importar las causas por las cuales se rechazó lo ofrecido, pues para la creación importan los hechos generales y no los motivos particulares de los mismos.
Hay designios de distinta clase según estos sean ecuaciones de elección maestras o ecuaciones de elección generales, pues las maestras son puntos de inflexión y las generales, puntos de decisión. ¿qué quiero decir con esto y qué diferencia hay?, que las maestras marcan el objetivo, misión o propósito, y las generales el rumbo hacia estos. Demos un ejemplo para que se entienda mejor. En una plantilla de existencia marcada, digamos con 65 años, se tiene ese tiempo lineal como máximo para cumplir lo pactado, luego no hay posibilidad porque esa existencia finaliza y se desconecta. Un punto de inflexión (ecuación de elección maestra) es aquel que según la decisión que se tome llegará o no, a cumplir ese propósito en ese tiempo estipulado, y una ecuación de elección general, definirá en cuanto tiempo lo cumplirá y como lo cumplirá. Concluido el tiempo, en este caso 65 años, se vence el periodo de conexión y el Ser se desconecta del avatar, haya o no, cumplido lo pactado.
El último designio es el designio final o destino, el momento de la partida. Este designio tiene siete posibilidades de ejecutarse según el camino de la plantilla sea recorrido dentro de la marca máxima o vencimiento de la misma y según las decisiones tomadas en las ecuaciones de elección generales y maestras. Tomando el ejemplo anterior, según las decisiones tomadas y actos ejecutados en el transcurso de su existencia, su partida puede ser antes del tiempo máximo estipulado, pues hay caminos cortos, caminos largos, caminos prematuros y hasta caminos excepcionales donde se concede tiempo extra para cumplir la misión y propósito. Como dije al principio de este artículo, los designios llaman tres veces, sino siguen de largo hasta la próxima existencia. Tres veces por una cuestión de leyes energéticas y por lógica de la naturaleza, si hoy no está listo para el designio, mañana o pasado quizás sí esté, pues el universo siempre se adapta a la esfera de consciencia para que uno viva en el universo que quiere vivir y exista en el que puede soportar. Claro está, que, si los designios llaman tres veces y pasan de largo, es porque usted no está preparado para cumplir lo pactado, y tendrá que volver a recorrer el camino una y otra vez hasta lograrlo, como un eterno, día de la marmota.