Desidia y laboriosidad
» La perversión y la desidia del espíritu corren parejas con las del cuerpo”. Hermann Hesse Pintor y escritor Suizo de origen alemán.
Bienvenidos al programa 3 de esta 5º temporada en DDLA TV donde continuamos rompiendo las fronteras de nuestra mente.
Hoy toca abordar la dualidad Desidia y Laboriosidad y que mejor que empezar hablando de su significado. Según la R.A.E, se define desidia como «negligencia, falta de cuidado». Por contra, define el mismo diccionario que laboriosidad es «cualidad de laborioso » o lo que es lo mismo; trabajador, muy aplicado al trabajo. Ambos términos son opuestos y polarizarnos a uno u otro depende del buen uso del elemento catalizador de una triada alquímica interior que es la Voluntad.
Una vez más, nos encontramos ante una triada energética cuyo resultado final tiende hacia la Impecabilidad si se obra desde la coherencia en pensamiento, palabra y acto. Vean que hablo de impecabilidad y no de perfección pues esta, no es posible en nuestro EM 4×4 del universo de la materia, ni siquiera la ciencia que utilizamos es perfecta y exacta pues arrastra errores por ínfimos que estos resulten en la práctica no son de aplicación en lo infinito y eterno. Caer en las redes de la desidia, nos posiciona del lado de la inconsciencia y el egoísmo propio del colectivo «h»umano que vive en la comodidad del burgués que definimos como el conjunto que espera recibir sin hacer esfuerzo. Actuar desde este lado no solo manifiesta la desgana, sino que además propicia la ingratitud pues incluso cuando se recibe, se llega a exigir a la generosidad de quien lo da.
Un ejemplo de como el velo de la desidia cubre la apatía del trabajo se ampara en la llamada suerte, cuyo demiurgo al frente es Astaroth. Miren, aquí el proceso alquímico, busca cubrir un vacío emocional con un acontecimiento material, alimentando el centro emocional con deseos del centro intelectual, anulando la voluntad de hacer por la fascinación del incauto. A lo comentado y dicho sea de paso, decirles que existe la sincronicidad del Ser pero no la suerte del ego, pues en la primera, reside la magia lograda por el esfuerzo y en la otra, la ilusión de vivir en el sueño. Por consiguiente; Impecabilidad requiere del esfuerzo en la acción y de disfrutar de lo que uno proyecto en el EM mental a partir de un pensamiento. Esa obra plasmada en lo físico, conjugó laboriosidad y voluntad como catalizador.
Esta exposición nos lleva subir el tercer ejercicio del iniciado y Trabajo de Heracles:
12 pasos
La Cierva de Cerinea es una criatura fantástica de la mitología griega. En este 3º trabajo Heracles debe capturar la cierva y llevarla a Micenas para entregarla a Euristeo. La cierva tenía pezuñas de bronce y cornamenta de oro. La cierva era rápida y tan veloz que las flechas de Heracles no la alcanzaban. Durante un año, día y noche, fue perseguida sin descanso por Heracles hasta que pudo hacerlo mientras abrevaba.
Heracles para colmo, no podía permitirse que las flechas pudieran ocasionar que al darle, que derramara una sola gota de sangre. Así pues y mientras bebía, Heracles afinó la puntería con su arco `para lanzar una flecha que le atravesó el tendón y el hueso evitando que cayera una sola gota de sangre y quedando inmovilizada la Cierva. El final pueden imaginarlo, llevó a Micenas a la Cierva. ¿Qué oculta toda esta alegoría en los mundos del espíritu? Compleja respuesta a tan clara pregunta.
La voluntad fue fundamental para que Heracles pudiera iniciar este tercer trabajo. Un año de trabajo persiguiendo a la cierva representa el camino del buscador para ser encontrador pues deben saber, que obvie decir que esta cierva era la 5º que la diosa Artemisa trató de capturar para engancharla a su carro. La 5º cierva, el 5º Camino de la cinta de moebius que bien hecho, logra cristalizar el espíritu que nos conecta con el Ser.
Esa flecha lanzada simboliza el final del camino y la laboriosidad de un trabajo fino sin derramar una gota con el que Heracles logró cristalizar el espíritu (La cierva) y la interfaz la flecha lo unió al Ser. Quiero confesarles en este acto, que reconozco, que me cuesta alcanzar la impecabilidad pues trato de abarcar tanto que esos detalles finos, los evito sin recrearme en ello pues yendo a lo práctico me resta tiempo de atender otras actividades.
A esto unos lo llaman ser eficiente, lo lían con eficacia y cosas así cuando en verdad en el universo de la materia, nuestro tiempo es oro pues cada segundo que pasa y se desaprovecha pues recuerden que retener el presente y vivir cada instante conscientemente con lo que se hace, es donde radica el disfrute de cada momento. Se que debo corregir el defecto de si funciona vale, pues en el plano del espíritu y dentro de este universo que poblamos alcanzar conexión con los planos del espíritu y de los mundos superiores.
Toda obra culminada desde la acción de crear, requiere laboriosidad para lograr la impecabilidad. No es fácil existir en el día a día de un mundo donde prima la inconsciencia y ser eficiente y competitivo es la consigna para hacer rentable un puesto de trabajo pues a cambio, perdemos la oportunidad de disfrutar con lo que hacemos, tratamos de liquidar la esencia del instante presente sin saborear lo que estamos creando.
No soy del todo impecable y créanme que cuesta horrores como comunicador confesarles todo esto, cuando accionar con la práctica es tan costoso como penoso por los defectos que uno debe pulir y la desgana a superar desde que uno se pone manos a la obra. Pero sepan, que reconocerlo públicamente por otro lado, mañana me permitirá accionar de otra manera diferente pues este acto me sirve, como un choque para enfrentar y vencer mis miedos, superar la apatía y encarrilar la energía hacia la impecabilidad que aunque costosa de alcanzar, no por ello es imposible de conseguir.
Jose de Aetamira/MAYODEL68