Según la RAE superlativo/a es:
1. adj. Muy grande o de alto grado en su género: su elegancia es superlativa.
2. adj. y m. gram. [Grado de significación] máxima del adjetivo: «grandísimo» es el superlativo de «grande».
3. superlativo absoluto El que expresa el grado máximo de significación: el superlativo absoluto de «bueno» es «óptimo».
4. superlativo relativo El que expresa el grado máximo de significación en relación con otros elementos de un conjunto: es el más guapo de los que conozco.
Antes de seguir leyendo recomiendo la lectura del artículo “La Fuente” y todos los enlaces que contiene, es indispensable que comprendan ese artículo para poder comprender éste. No siga adelante si no asimiló completamente esa información, sino será una total pérdida de tiempo y energía leer este post, pues lo comprenderá pero no lo decodificará.
En el trascurso de estos años hemos tocado varios conceptos, algunos muy simples y otros verdaderamente complicados, todos ellos forman parte de un todo único e indivisible, y aunque se perciban inconexos tienen una total conexión, pues todo en la creación está relacionado al formar parte de la misma vida consciente que la forma. En este recorrido tocamos el tema de las “ecuaciones” (algoritmos), sean estas las que sean. Hasta el momento vimos tres ecuaciones, la de elección, la de probabilidad y la de improbabilidad. Haciendo un repaso de las mismas podemos resumirlas en lo siguiente:
Ecuación de elección: Aquella ecuación donde en una particularidad, un sujeto tiene que elegir entre un abanico de posibles decisiones (A, B, C, etc) que pueden definir unos acontecimientos venideros que determinarán su futuro.
Ecuación de probabilidad: Aquella ecuación donde en una generalidad, la consciencia de un colectivo determina ciertos acontecimientos futuros que “pueden suceder”.
Ecuación de improbabilidad: Aquella ecuación donde la probabilidad de la elección correcta, tanto de una particularidad (sujeto) o de la generalidad (colectivo) está fuertemente influenciada por el inconsciente colectivo, elevando la posibilidad de que dicha elección sea errónea.
Estas ecuaciones están supeditadas a la consciencia de los sujetos, donde a mayor consciencia, mayor probabilidad de resolverlas correctamente, y a la inconsciencia de un colectivo, donde a mayor inconsciencia mayor posibilidad de equivocarse y no elegir la opción correcta. Ahora veremos una nueva ecuación, que es la “ecuación de superlatividad”, que no depende del sujeto y la consciencia o inconsciencia, sino de la información consciente que forma la creación.
Para esto es preciso comprender que la octava descendente de creación, no es la única octava que existe, sino una de tantas, que en este caso determina el universo en que nuestra consciencia habita. Este universo como los cinco restantes que conforman esta creación, son universos de movimiento, donde el espacio se mueve dando a nuestra consciencia la sensación de tiempo lineal, donde el pasado, presente y futuro se suceden correlativamente, mientras que el universo central es un universo estático, donde lo que se mueve es la consciencia mientras el espacio permanece inmutable, transformando el tiempo en un eterno presente u omnipresente. Esto es así porque en ese universo es donde se “diseña” la creación de los restantes, y un diseñador, arquitecto o ingeniero no podría diseñar si existiera el movimiento. Me explico con una analogía: Supongamos un arquitecto diseñando una estructura sobre un tablero (universo), en un momento dibuja una sección específica que soporta otras formas o diseños, cuando se detiene a hacer nuevos cálculos para seguir trabajando, lo dibujado en el tablero se mueve y el diseño cambia su aspecto, cuando regresa lo que encuentra no condice con los cálculos hechos y tiene que volver a diseñar todo nuevamente. Sería imposible diseñar nada si continuamente cambiara el dibujo en el tablero (universo) pues no sabría cómo, dónde y cuándo poner las piezas o elementos del plano. De la misma manera un universo en movimiento impediría que se pudieran diseñar los acontecimientos de las ecuaciones de elección, probabilidad e improbabilidad, y cubrir toda la superlatividad de acontecimiento que pueda surgir de las mismas.
Una ecuación de superlatividad es aquella que cubre todas las posibilidades de las anteriores, pues contiene en su diseño a todas las demás ecuaciones por ser el “proyecto” de la construcción del universo, es la omnisciencia de la creación, el grado máximo de significación de los sucesos sean mentales o físicos. Ahora bien, ¿cuándo y cómo estas ecuaciones se usan en nuestra realidad?, porque por lo visto, en el universo central estático son habituales, pero en los circundantes pareciera que no. La ecuación de superlatividad en nuestra existencia acotada, finita y tremendamente alejada de la fuente, aunque no lo parezca es habitual y está mucho más presente que las otras, pues la superlatividad es la condición “natural” de la información consciente, por lo tanto forma parte de la consciencia y la energía como “designios” de nuestra plantilla de existencia. ¿Cómo es esto? Pues muy simple, nuestra plantilla de existencia está diseñada mediante la ecuación de superlatividad, considerando “todas” las posibles decisiones de nuestra ecuación de elección, probabilidad e improbabilidad. Cualquier decisión tomada ya está considerada en la figura completa de la creación y por lo tanto nada sucede al azar.
Esto no quiere decir que cualquier elección que tomemos sea la elección correcta, sino que también están consideradas las elecciones incorrectas como posibles elecciones a tomar. En la plantilla de existencia está considerado por ejemplo, que usted se desconecte a una edad temprana o se desconecte a una edad avanzada, todo depende de cuáles fueron o sean las elecciones suyas y ajenas para que se cumpla uno u otro designio superlativo de su plantilla. Así con todo, con cada acción, reacción, pensamiento, palabra u obra, la ecuación de superlatividad está presente aunque usted no tenga ni idea de que así es. En la ecuación de superlatividad está marcado el camino correcto, aquel que tendría que seguir por diseño, pero también aquel que puede seguir por elecciones conscientes o inconscientes, decisiones erróneas o acertadas, influencias externas o internas, manipulación, etc, etc, etc.
Para nosotros, en nuestro actual estado de consciencia y espacio matricial, la ecuación superlativa no es un algoritmo considerable, pues si lo que tiene que ser será, lo que no es, aunque esté considerado no tiene influencia sobre lo elegido, o sea que recorreremos el camino que debemos o el que no debemos, pero nunca sabremos si es el principal de la plantilla o algún secundario de la ecuación superlativa. Así que recomiendo no prestarle mucha atención, pues esta ecuación escapa a nuestra actual esfera de consciencia y no podremos evaluar su totalidad. Creo que hay que tenerla presente, saber de su existencia, pero desestimarla en nuestras elecciones sean las que sean, porque igualmente, el universo siempre equilibra la ecuación en base a esa ecuación de superlatividad.