“El EM mental está compuesto en nuestra realidad, por una matriz 3×5 de 15 realidades de cinco dimensiones cada una, que se desplazan por un entramado tetradimensional y el etérico por una matriz 3×6 de 18 realidades de seis dimensiones, que se desplazan por un entramado pentadimensional (no se tome como dato real y exacto, es sólo figurativo para el ejemplo). Ambos EM se encuentran en un sustrato de energías llamado sustrato “e”. Podríamos definir al sustrato “e”, como el “espacio madre aún sin definir por una matriz”, espacio en estado virgen compuesto por lo que la ciencia llama Boson de Higgs, que no es otra cosa que la célula madre de la materia, prana, akasha, éter, el espíritu del Do, energía cuyo vaet es cero negativo (0-), a la que yo llamo Merkaba Primordial MP, por sus propiedades o características “físicas” de transformación en espacios matriciales y como vehículo de desplazamiento interdimensional. Si la suma de los vaet (0-) de los MP es par, el resultado del producto es la materia, si la suma de los vaet (0-) es impar, el resultado del producto es la energía. O sea, (0-)x(0-)=(0+) materia, (0-)x(0-)=(0+)x(0-)=(0-) energía, de ahí la importancia de la sangre aria cero negativo (0-) que buscaba el Tercer Reich, porque representaba la energía o Vril del Do, el Merkaba Primordial capaz de transformarse en cualquier forma de materia o energía y de desplazarse entre espacios matriciales (realidades)…” Voces del siliencio.
El día 5 de diciembre del 1945, de la base de Fort Lauderdale, norte de Miami, costa este de Florida, el teniente instructor Charles Caroll Taylor, de 28 años, despegaba con un grupo de pilotos para llevar a cabo un vuelo de entrenamiento. La cuadrilla estaba formada por 14 hombres. Debían llevar 5 aviones de tipo Grumman Avenger TBM-3 para un vuelo de entrenamiento en las cercanías de las islas Hens y Chickens, en el Este de la costa Norteamericana. La flota de aviones tenía el nombre clave de vuelo 19 (V-19). El tiempo de vuelo aproximado era de dos horas. Todos los aviones estaban llenos de combustible con una autonomía de 1800 kilómetros, y sus instrumentos de navegación funcionaban perfectamente. A las 14:10, los 5 aparatos despegaron de la base de Fort Lauderdale y nunca más regresaron. Cuando se hizo evidente que el vuelo 19 estaba perdido, numerosos buques y bases aéreas se pusieron en estado de alerta. A las 19:37, dos aviones de tipo PBM-5 Martin Mariner fueron enviados para encontrar y traer los 5 Avenger. Eran los hidroaviones Training 32 y Training 49. Los dos aparatos despegaron de la base naval de Banana River ( Patrick Air Force Base). Training 32 fue enviado al Este, hacía las Bahamas. Training 49 (No 59.225) siguió las costas de Floridas antes de poner rumbo al Noroeste hacia alta mar. Training 49 con sus 13 tripulantes nunca regresó, ningún resto y ningún cuerpo fueron encontrados. Este es a mi juicio, el caso emblema del triángulo de las bermudas.
Ahora, ¿Qué tiene que ver esto con el sustrato “e”? Como siempre, todo tiene que ver con todo, y si pudieran ver las energías que unen las cosas y los acontecimientos, descubrirían el entramado de la realidad, y ya nada sería igual. Ese es el propósito, ver el entramado, la matriz energética del espacio matricial 4×4, para luego poder ver las matrices de otros EM como el mental y el etérico. Retomemos con el primer párrafo y veamos un poco más profundo las características del sustrato “e”. Podríamos definir al sustrato “e” como el espacio madre aún sin definir por una matriz”, espacio en estado virgen…esto nos remite al artículo la fuente, donde relaté que mediante un programa de intercambio de información y tecnología llamado TTP (Technology Transfer Program), se descubrió que la parte de la realidad material conocida, está formada por siete universos o espacios matriciales 4×4 o sea tridimensionales tangibles a los cinco sentidos conocidos, donde alrededor de un universo central giran seis universos en sentido contrario a las agujas del reloj y de forma giroscópica, y que entre ellos se encuentra un espacio dimensional o (tiempo) virgen (espacio madre aún sin definir por una matriz), utilizado para la expansión de los universos. Como pueden apreciar ahora, este espacio dimensional virgen es el sustrato “e”, y como este sustrato está formado por el Boson de Higgs o Merkaba Primordial MP, partículas sub-cuánticas de vaet cero negativo (0-) podríamos conjeturar que el tiempo, como espacio aún no manifestado o ya manifestado, es negativo, o mejor dicho, es de carga faltante, porque tanto en el pasado como en el futuro, lo que falta es el espacio como materia. Comprendido esto podemos ahora adentrarnos en el sustrato “e” y su relación e importancia con esta realidad.
“El vector angular espacio-temporal (vaet) de 0,1428571428871429º define en que universo u octava particular usted se encuentra. Tomando como base la Matrix 7.82, cuyo parámetro diferencial en este caso es tomado como uno (1), el vaet correspondiente sería 1/7 = 0,1428571428571429º, si la esfera se encuentra orientada en 0,1428571428871429º, y le restamos 0,1428571428571429º tendríamos una diferencia de 0,00000000003º vaet, que sería en este caso una diferencia de 0,00000000021 con respecto a esta realidad 3D cuyo valor representativo se toma en este caso como 1. El cálculo completo para este caso sería el siguiente:
1/7=0,1428571428571429
(0,1428571428871429º-0,1428571428571429º)=0,00000000003º=diferencia vectorial
(0,1428571428871429 * 7) = 1,00000000021…..
(1 – 1,00000000021) = 0,00000000021 = diferencia dimensional
Usted estaría en un universo u octava dimensional diferente a la anterior. Esa pequeña diferencia es suficiente para que su esfera de consciencia experimente un cambio significativo en la percepción de la realidad”. La paradoja 13Hz.
Entre estos dos universos perceptivos separados, en este caso particular, por tan sólo 0,00000000021 de vaet dimensional, se encuentra el sustrato “e” como membrana de separación y unión entre realidades espacio-temporales. Esta membrana es la que fue rasgada en el experimento del 20 de julio de 1943 y desestabilizada completamente con el evento de 1983. Esto produjo no sólo lo que se relató en su momento, sino una onda o resonancia electromagnética que se desplazó hacia los dos sentidos de la línea temporal pasado-futuro, creando varios puntos inestables de la membrana alrededor del planeta, creando sucesos espacio-temporales en lugares determinados como en el triángulo de las Bermudas. Haciendo que naves y sujetos, salten pequeños grados de vaet quedando desfasados de esta realidad. El vuelo 19 quizás todavía esté volando y aterrizará algún día como si nada hubiera pasado. Podríamos visualizar al sustrato «e» como una bruma verdosa de sustracción energética, por donde se alimentan las luces y las sombras de las energías de los estratos dimensionales que separa. Como los MP que los componen son de vaet cero negativo, atraen, por fuerzas vacuas, cargas de signo contrario para, según el producto de su suma, formar materia o energía según el caso. En el proceso alquímico de esta «simbiosis energética» se liberan ciertas energías o cargas residuales, que nosotros percibimos en determinadas circunstancias como fuerzas electromagnéticas, que influyen en la materia, conocidas antiguamente con el nombre de «magnetismo animal».
El electromagnetismo, es la única fuerza conocida hasta el momento, cuyas propiedades pueden influir en los campos gravitatorios y líneas temporales de forma directa y observable. Si toman dos imanes y los acercan enfrentando sus mismos polos o cargas, notarán la resistencia o campo magnético aunque no lo vean, igualmente la atracción se sentirá con los polos opuestos. En este espacio entre imanes, hay un ir y venir de cargas magnéticas que ustedes sentirán como fuerza externa a su persona. No hay otra fuerza conocida que pueda notarse de ese modo, excepto el viento, y aunque nos parezca lógico y conocido, no es ni lógico ni tan conocido, pues no se sabe realmente porqué sucede esta “sensación” casi material de resistencia, aunque se conoce perfectamente el proceso que la produce. Podríamos redefinir al electromagnetismo como, la manifestación física de las fuerzas que se mueven en el sustrato “e”. Con esta nueva visión, remplazaríamos el concepto de “fuerza electromagnética” por el de “suceso electromagnético”, y como la gravedad, también este suceso forma parte de las fuerzas vacuas de la creación. De esta manera encontramos la relación entre electromagnetismo y gravedad, y el concepto de fuerza cambia rotundamente, tomando otro tinte que nos lleva a nuevos horizontes.
Si el sustrato “e” es la membrana que separa dimensiones y realidades, en definitiva también separa universos, como vimos en el artículo la fuente, por tal motivo su rol es de suma importancia y toma un papel primordial como aislante. Como cita el principio cuántico de correspondencia, que dice que como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba, afirmando que esto igualmente se manifiesta en los tres principales espacios matriciales o planos: El Físico, El Mental y El Espiritual o etérico, confirmando también que “el sustrato “e” es la capa aislante entre elementos de nuestros bio-capacitores”. Puede interpretarse también que el sustrato «e» es la capa aislante entre fractales de la misma realidad, por consiguiente tiene cierta relación con el número áureo, pero eso es otra historia del manejo de las energías. Conociendo ahora su importancia podremos adentrarnos más adelante en sus “mágicas” propiedades y capacidades. Ahora, intentemos sentir el entramado de sus energías, cuando miremos por la ventana de nuestra acotada realidad.