“Pues bien, siguiendo con la analogía, lo que usted ve en la pantalla de la computadora es sólo una serie de datos binarios ceros y unos que el procesador gráfico transforma en imágenes, igual pasa con el hombre, la vista transmite información química y el cerebro lo transforma en imágenes, lo mismo con el sistema auditivo (sonido, micrófono), tacto (teclado o pantalla táctil) y dejemos por ahora afuera el gusto y olfato, que si bien tienen sus respectivas analogías no son tan frecuentes encontrarlas en las computadoras personales, sólo son usados en determinados casos de invalidez y sistemas de seguridad y científicos. Tomando como base esta exposición el cerebro arma una imagen de la realidad basándose en el procesamiento de datos, sumado a la subjetividad del individuo…” La ilusión de la realidad.
“Todo gran mago sabe los procesos de la manipulación de la ilusión, como ejemplo tienen a Criss Angel, si no lo conocen pueden verlo en Internet, sólo hay tres posibilidades, que haya descubierto los secretos de la verdadera magia y alquimia, que no sea de este mundo, o que sea un excelente sino el mejor ilusionista conocido, por lógica yo elegiría la tercera hasta que no se descubra lo contrario, y les aseguro que hay fuerzas que manipulan la ilusión mucho más poderosas actuando ante nosotros…” La manipulación de la ilusión.
“En una habitación circular cuyo espacio estaba formado por un entramado energético de matriz hiperesférica, y cuyo vaet inicial de proyección eran las coordenadas cartesianas de la persona contactada, punto desde donde se deducían luego las coordenadas esféricas del lugar de observación subjetiva del sujeto, para la proyección holocuántica que reproducía al detalle cualquier espacio físico del universo, por ejemplo un lugar espacial de nuestro planeta como el monte Sinaí, se produjo el conocido encuentro de Moisés con su dios Jehová…” El Pacto.
“Plaza pública en la capital de un país latinoamericano, año 1983, 1.300 horas. Charla casual con un supuesto miembro de la embajada de Estados Unidos, afroamericano, entre 25 y 30 años, 1,90 metros de estatura, perfecto idioma castellano, buenos modales y educación, traje oscuro, varios encuentros anteriores a la hora del almuerzo aproximadamente durante dos semanas donde hizo extrañas revelaciones. Nunca dijo su nombre.»
-”Se sorprendería de saber la cantidad de extraterrestres que caminan entre nosotros…Este es nuestro último encuentro, me despido, tengo que partir”. Los infiltrados
“De pronto se acercó uno de los personajes de tres dedos, vestido con un traje negro de saco y corbata, con un maletín tipo atache de cuero o funda de notebook. Se paró sobre un círculo en el piso, de color azul eléctrico, junto a uno de esos instrumentos y de golpe aparecieron, rodeándolo, unos aros de luz muy similares a los que se muestran en la transformación de María, en la película Metropolis, pero de color verde. Luego de unos segundos de exposición, salió perfectamente convertido en una persona normal, con sus manos de cinco dedos y su piel humana, se dirigió a una especie de ascensor, o eso me pareció, y desapareció en su interior. Unos tras otros pasaron por el mismo proceso de transformación y salieron supuestamente hacia la superficie, hombres y mujeres que antes no lo eran, ahora caminaban hacia el extraño ascensor de puerta líquida…” El mundo real.
Era el año 1994, el Amasterdamo ABC Adamo se acercaba al grupo Géndel dos veces por mes. Sólo los que habían promovido al segundo nivel luego de un arduo y largo trabajo de años de entrenamiento podían asistir a sus reuniones y conocerlo. Llegaba en un lujoso auto alemán conducido por su hijo, un maestro de grado filosófico. El anciano, un importante empresario e industrial armenio de 76 años, era de contextura robusta pero pequeña, no más de 1,60 metros de estatura, Gran Maestre masón grado illuminati 72 o 73, nunca lo supimos con certeza, se sentaba en su sillón y hablaba en arameo antiguo dando las novedades de la agenda recibidas desde “arriba”, mientras su hijo, impertérrito, traducía cada palabra. Su forma redonda y pequeña, con miembros cortos y sereno andar, le daba un extraño aspecto de muñeco de peluche, como si no fuera de este mundo. Luego con el aplomo y la serenidad del que conoce la verdad, el Amasterdamo cerraba sus ojos, y recitaba una incomprensible oración poniendo su mano izquierda sobre su pecho, y con la derecha levantada, hacía el signo del mudra kapitthaka con movimientos que parecían la señal de la cruz, como quien bendice a sus acólitos corderos, y le daba paso al maestro E, para que se hiciera cargo de la reunión.
Siempre me intrigó a que se refería el Amasterdamo con “arriba”, ya que nunca aclaraba a que se refería y nadie preguntaba nada, pues por causas que creo que eran más por temor que por respeto, no se atrevían a preguntar más allá de lo que el Gran Maestre develaba. Una noche, luego de la reunión y antes de partir, me acerqué al GM y sentándome a su lado le dije, Permítame venerable ¿a qué se refiere usted cuando habla de “arriba”?, el V.·.M.·. abrió sus azules ojos, y mirándome fijamente me dijo en perfecto castellano, “era hora que alguien me preguntara”. Luego de unos minutos de interesante charla explicándome los pormenores del caso, y cómo sus superiores los comandantes, desde sus puestos de observación arriba en el cielo y debajo de la tierra, dictaminaban los pasos a seguir en la gran batalla entre las luces y las sombras, repentina e inesperadamente me tomó la mano, y de golpe, recordé todo, por unos instantes fui consciente de la gran obra del plan del arquitecto, y lloré desconsoladamente como un niño. Después, nuevamente la inconsciencia y el olvido necesario para seguir adelante. Tiempo después, dejé el grupo, pues mi propósito estaba cumplido.
No tiene sentido intentar rememorar y traducir con palabras lo que recordé y sentí en ese momento, pero sí puedo atestiguar que nada es lo que parece, que el hombre ve, escucha y siente, lo que quieren hacernos ver, escuchar y sentir. El pacto tiene un respaldo tecnológico de miles de años de avanzada, donde tecnologías como las descritas en los artículos del principio de este artículo, y otros que forman este blog, arman el escenario de esta realidad. Sistemas de ocultamiento electromagnético o camuflajes de campos morfológicos, Morphological Field Camouflage (MFC) hacen que veamos lo que no es, tanto en sujetos como en objetos. Espacios Matriciales virtuales formados por matrices factoriales de la forma (x!±n)x(x!±n), siendo (x) el número cuyo factorial se acerca más al entero de la matriz que se quiere emular, y (n) la diferencia para igualar dichos enteros de los EM 4×4 de un entramado energético de matriz hiperesférica (2!+2)x(2!+2) para la proyección holocuántica al detalle de cualquier espacio físico del universo. Estos Entornos Sintéticos Cuánticos (ESC) o (SQEs) de la siglas de su nombre en inglés Synthetic Quantum Environments, forman escenarios matriciales complejos, imposibles de diferenciar de los reales, que son utilizados para estudios de habitat, entrenamiento de todo tipo, reuniones seguras entre razas y muchos otros propósitos, forman muchas veces escenarios virtuales que ocultan a la vista determinados objetos, como puede ser un cielo que no quieren que veamos o un portal de salto (tele-transporte) en cualquier lugar y a la vista de todos. Clones bio-empáticos de cigoto ETs que remplazan a sujetos cuando se necesitan, como sucedió con Juan Pablo II, cuando fue asesinado por Ali Mehmet Agca el 13 de mayo de 1981, y muchas otras tecnologías que ni se imaginan y que forman el andamiaje del mayor engaño que se puedan imaginar, y todo, delante de sus propias narices.
Hace tiempo me propuse no hablar de estos temas, no tiene sentido pues son imposibles de comprobar, no puedo mostrarles algo que no se ve, y si así fuera siempre habría una explicación oficial, una excusa estúpida pero convincente para que el ego de la conciencia artificial del Lhumanu se quede conforme. Sin embargo puedo mostrares como captar las energías, las huellas electromagnéticas que deja su presencia, ver el embrión dentro del huevo mirándolo a trasluz mediante la consciencia y la energía. Ahora, ya no importa mantener el silencio porque las cosas han cambiado, el escenario mundial está definiendo su rumbo hacia los acontecimientos que pueden devenir en el fin del evento y el inicio del nuevo pacto. Todo saldrá a la luz, hoy, mañana o pasado, pero tarde o temprano, saldrá a la luz.
Dejo como hito representativo, esta película de John Carpenter, “Están Vivos” (They Live) de 1988, un clásico del cine de ¿ciencia ficción? de los ochenta. Que la disfruten.