“…La llave, o clavícula, sirve también para toda clase de pactos, pues por ella son obligados los espíritus a presentarse a la persona que en las invocaciones las use… Esta llave o clavícula es conocida por el gran talismán Dominator o dominador…de él se valía Salomón para subyugar a los espíritus, que siempre acudieron humildes a su mandato…” San Cipriano
“…Este rito tiene algunas palabras y frases clave que esconden el contrato con Jehova Baphomet, contrato que se sella al tomar la eucaristía, firmando así el pacto donde se entrega el alma a cambio de la tutela de la iglesia de por vida, siendo también dueña y señora de su persona física, mediante las leyes marítimas de las letras mayúsculas…”PANDORA
“…Cuando se habla de “vender o entregar el alma al diablo” se está diciendo que se la está vendiendo o entregando a cambio de los placeres del olvido, pues el no recuerdo garantiza la inconciencia y felicidad del primate en chancletas y camiseta, para que el diablo (el deseo), sea ángel o demonio, la use para formar su propio espíritu y pueda existir como sujeto en esta realidad…” CONSTRUYENDO ESPIRITUS
¿Por qué los demonios comercializan con almas? ¿Por qué su moneda de cambio son almas? ¿Cuál es el motivo de ese proceder? ¿Por qué las desean? ¿Para qué las utilizan? Preguntas que se hacen todos aquellos que aún sin saberlo buscan esas siete llaves, ya que encontrar su propia respuesta es encontrar la primera de ellas, la llave de la certeza. La llave de la certeza está a su vez resguardada por siete dudas del alma, cada una de ellas corresponde a uno de los siete cuerpos, una para el mental, una para el emocional, una para el físico, una para el espiritual, una para el átmico, una para el búdhico y finalmente una para el samádhico. Esto quiere decir que cuando los siete cuerpos consiguen cubrir su duda, la certeza se manifiesta y la primera llave se consigue. Poseer el alma de alguien es evitar que ésta encuentre la primera llave, la que dará paso a las otras, pues un hombre sin alma nunca podrá encontrar su certeza.
Los demonios no tienen alma, necesitan el alma de terceros para manifestarse en este espacio matricial y así poder “vivir”, ya que el alma es entregada por derecho de vida y los demonios no tienen vida, ellos tienen muerte. La única manera de vivir es teniendo alma como todas las cosas, sean humanos, animales, plantas u objetos y ellos no la tienen, entonces no pueden vivir en esta realidad a no ser que consigan una. Cuantas más almas consiguen más viven, porque ellas alimentan la vida de la muerte y cuantas más almas tienen más poderosos son en jerarquía. El poder de los demonios no está basado en dinero, sino en almas, que en definitiva es espacio matricial ganado. Por cada alma tomada, el demonio que la toma tienen un grado más en jerarquía y poder sobre los demás demonios.
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