Cuando tenía 12 años de edad, llegó a mis manos el libro de Yosip Ibrahim “yo visité Ganímedes”, fue tal el impacto de esa historia narrada como verdad, que me impulsó a investigar si realmente era cierta y quien era su supuesto autor. Lo primero que hice es contarle sobre el libro y mis intenciones, a un pariente muy cercano que formaba parte de una orden esotérica cuyos conocimientos sobre estos temas eran moneda común, luego de charlar y alentarme a llevar a cabo la investigación, sus palabras fueron “nunca preguntes de forma directa sobre estas cosas si no conoces perfectamente al interlocutor”, no comprendí entonces a que se refería pero tomé su consejo. Me llevó años descubrir que Yosip Ibrahim era el seudónimo del Dr. José Rosciano Holder, un maestro de una escuela esotérica que nunca fue a Ganímedes ni visitó la India, y que utilizó ese tipo de narrativa para difundir sus conocimientos espirituales sin ser detectado. Claro está que no existía Internet en esa época. Mucho tiempo después otra persona que conocí por esas sincronicidades de la vida nos dijo en una reunión, “si buscan la verdad, no tienen que ser identificados”, tampoco comprendí bien a que se refería con “no ser identificado”, ¿identificado por quién? Luego de unos años, otro extraño personaje que le llamaban «el alemán» y que la mayoría tomaba por loco, con el cual tenía extensas charlas, y cuyos contenidos no comprendí hasta mucho tiempo después me comentó, “si te conocen, hasta los pensamientos pueden ser escuchados” Hace algunos años mientras hacía una investigación con un amigo y compañero de búsqueda, que representaba un alto riesgo por no saber que encontraríamos, y que, quien o quienes estaban detrás de todo, salió el tema de cómo protegernos al respecto, ya que sabíamos que todo tenia que ver con todo y podíamos ser identificados en cualquier momento. Él dijo, no tenemos que arriesgarnos a tocar un hilo de la telaraña, y ahí todo se aclaró. Tomaron sentido las tres frases anteriores, la telaraña lo cubría todo y cualquier roce podía activar la alarma.