Siento la necesidad de advertir a los lectores y seguidores que a partir de este momento la información aquí expuesta puede ser de alto contenido emocional para el que aún no está lo suficientemente preparado. Esto puede causar fuerte rechazo u ofensa por parte del ego. Hasta ahora los paquetes de datos transmitidos guardaban cierto grado de encriptamiento para que ustedes los procesen de forma gradual y acorde a su desarrollo particular, cada uno de ustedes lo adaptaría a su actual nivel de comprensión sin modificar el concepto final. Pero en esta nueva etapa la información puede que sea más directa y con menos analogías, tocando “las zonas peligrosas”, el ego, la religión y la ciencia de forma más cruda y sin tantos filtros. Todo lo aquí expuesto es lo que se esconde realmente detrás de lo aparente, ustedes solo tómenlo o déjenlo, y si creen que no están dispuestos a escuchar cosas que atenten sus creencias les recomiendo no seguir leyendo este sitio. Cuando comencé este blog en los primeros artículos los traté de preparar intelectual y emocionalmente para un cambio de paradigma y arquetipos que lograran soportar los futuros paquetes de datos, pues el momento de poner a prueba su comprensión y preparación ha llegado. Hice algunos avances de prueba con los artículos “Rompiendo los esquemas” y “El monstruo de cuatro cabezas” y fueron bastante positivos. No sería sincero ni justo si evitara o pospusiera este momento dando vueltas en lo mismo. La libertad, la verdad y la justicia está en cada uno de ustedes, en el centro de la esfera de consciencia, en el “ser” su verdadera esencia, y es ahí a donde apuntaremos con esta nueva etapa para que se libere de la prisión del “ego” y de nosotros, sus carceleros. Los que decidan seguir, estén preparados para la tormenta, pero sepan que su fuerza limpiará el camino del espíritu hacia su “ser”. Que la luz sea su escudo y espada, el amor su guía y la paz su fuerza, y cuando terminen la batalla con ustedes mismos, y la serenidad los inunde, pasarán de valientes buscadores de la verdad, a hidalgos guerreros de la luz condecorados con la medalla de la certeza.