Es más fácil obtener millones de «me gustas» en una foto pedorra haciendo yoga frente a un lago que 500 firmas para un niño enfermo. Tal vez el enfermo no es el niño, tal vez la enferma es esta humanidad de tipo -0. Un delfín ayuda a un náufrago que sufre en una balsa, el «humano» prefiere ir a sacarse selfies con el tipo del yate. Espiritualitos de red social que creen que con soya y reiki ya se limpiaron el corazón; espiritualitos que uniéndose a un grupo alternativo de Telegram ya creyeron que se ganaron puesto en el cielo. Como dijo el niño de «sexto sentido», solo veo gente muerta. En este mundo, un niño para ser salvado de un tornillo pudriéndole la pierna necesita del visto bueno de un seguro antisocial, debido papeleo burocrático o, en su defecto, mucho dinero. Si no tiene nada de estas tres, se lo deja morir en lenta tortura. Luego, se buscan 500 humanos que con miserable firma digital protesten contra esta inhumanidad y no se alcanzan ni 300, pues en esta humanidad -0 el niño necesita ser «influencer» para obtener las firmas suficientes. Los espiritualitos son exigentes, exquisitos, no le firman a cualquiera. Así estamos. He aquí la masa crítica, he aquí 10 años perdidos en muertos. Asqueante. Jeisson

Sin lugar a dudas la carta de un iniciado sigue vigente. Un total fracaso del colectivo de DDLA. Igual no me sorprende, era de esperar, siempre es lo mismo, una total desidia. Solo unos pocos sumando esfuerzos, utilizando múltiples correos lograron el objetivo. Diez años para nada. Siempre todos dicen estar dispuestos a accionar, pero cuando se los necesita y se los convoca a la acción, no están, total no es su problema. Solo son un grupo de apáticos y cómodos burgueses adictos a la información entregada en DDLA, sin empatía, sin consideración al prójimo, sin unión, sin objetivos, sin propósito, sin humanidad, sin corazón, que solo bajo presión cuando se les amenaza con quitarles la droga, algunos finalmente reaccionan ante la desesperación de no recibir más su dosis diaria de bla, bla, bla. Muy mal, muy, muy, mal…